jueves, 13 de junio de 2019

RESEÑA: EL PRÍNCIPE DE LOS PRODIGIOS


El príncipe de los prodigios



FICHA TÉCNICA
Título: El príncipe de los prodigios
Fecha de publicación: noviembre de 2018
Autora: Victoria Álvarez
Editorial: Nocturna
Páginas: 544
Precio: 17€ 
  



SINOPSIS
Cuando en 1924 Helena Lennox se presenta con sus padres en Nápoles por una colaboración arqueológica con las excavaciones pompeyanas, una desconocida le entrega un amuleto de protección con una advertencia: "La ciudad no es segura, los ángeles ya no velan por nosotros".
Durante los siguientes días, los Lennox se codean con una princesa solitaria, un pariente inesperado y un viejo amigo perseguido por la mala suerte mientras el cerco de los crímenes que están atemorizando a la población se estrecha a su alrededor. Las víctimas son chicas jóvenes sin ningún elemento en común; el culpable a ojos de todos, alguien muy conveniente para las autoridades.
Y sobre ese misterio se alarga la sombra del Príncipe de los Prodigios, un integrante alquimista cuyos inventos siguen en boca de todos. Según cuenta la leyenda, ideó una carroza que se desplazaba sobre el agua, un carbón que no se consumía... y un brebaje capaz de despertar a aquellos atrapados en un sueño profundo.




ATENCIÓN: ESTA RESEÑA PUEDE CONTENER SPOILERS DEL ANTERIOR LIBRO (NO DE ESTE).



MI OPINIÓN
Tenía mucho miedo de que El príncipe de los prodigios me decepcionara, puesto que había visto que o la gente lo amaba u opinaba que el primero está mejor. Claro, que ya debería saber por mi experiencia personal que la opinión más común muchas veces no se corresponde con la mía (de hecho, casi siempre tengo una unpopular opinion, así que no sé para qué miro las críticas 😂). En fin, se ve que no escarmiento, aunque me alegro de no haber esperado tanto de este... lo he disfrutado tanto que puedo afirmar que me ha gustado bastante más que La ciudad de las sombras (algo que parecía imposible).




Para empezar, la historia sigue de nuevo a la familia Lennox, desde el punto de vista de Helena (al igual que en la primera parte, ella es la narradora). En esta ocasión, tras el fatídico accidente en Bhangarh el que Arshad se queda en coma, Helena intenta escapar de todo y huir de su enorme dolor yéndose con Lionel y Dora, sus padres, a Italia. Concretamente van a Nápoles, a unas expediciones en las que la protagonista pretende olvidarse del sufrimiento pasado y del chico que le robó el corazón en la India. Allí, aunque un principio todo parece muy calmado y un simple cúmulo de eventos sobre la infancia de Lionel, termina derivando en una espiral de asesinatos en la ciudad. Además, mientras todo esto está sucediendo, se da una incesante búsqueda por parte de Helena del posible remedio para Arshad que involucra directamente al Príncipe de los Prodigios. 

Al igual que en la primera parte, la historia que da paso a la principal aparece en forma de prólogo. En él, la Helena del futuro, anciana, cuenta lo acontecido cuando era joven y cómo llegó a cometer un asesinato. Me parece, sinceramente, un movimiento más que inteligente por parte de la autora, ya que así consigue con creces atrapar al lector y que sienta que tiene que saber cómo sucedió sí o sí (y si es cuanto antes, mejor). Al menos en mi caso fue una de las mil causas de que no me pudiera despegar de las páginas de este libro. Ah, y mirad que nunca me ha gustado Titanic, pero si hay algo que me parece genial de la película es la parte en la que Rose mayor empieza a narrar sus vivencias en el pasado; no sé por qué (aunque las circunstancias no pueden ser más distintas), pero este prólogo me lo ha recordado, al igual que lo hizo su predecesor, y me ha encantado por lo eficaz que resulta. 

En cuanto a la prosa de Victoria Álvarez... no sé qué puedo decir que no sepáis ya. Si por algo ella tiene tan buena fama es por escribir de la manera tan perfecta en que lo hace, y en esta ocasión no es diferente. Victoria es una escritora magnífica que sabe dar en el clavo con cada palabra; no os hacéis a la idea de lo pensado que está todo, hasta el más mínimo detalle de las frases. Lo mejor es que el resultado es una narración natural, nada forzada y con un ritmo fluido pero detallado (por contradictorio que pueda parecer). Porque sí, se dan bastantes detalles, pero todos y cada uno de ellos aportan algo, o bien a la trama o bien a los personajes y sus sentimientos. Resulta increíble que no se haga ni pesado ni repetitivo, puesto que sería sencillo que se volvieran a mencionar algunas metáforas o descripciones, pero no sucede en ningún momento. Ah, y aunque la autora tenga la fama de ser cruel y despiadada en algunas ocasiones, tengo que admitir que eso me da más igual porque con lo que me quedo es con el constante humor que hay en la novela (principalmente en los diálogos de los personajes, que son sumamente ocurrentes). 

Puede que uno de los motivos por los que he disfrutado tanto la lectura sea que esta es una novela de personajes (o al menos así me lo ha parecido a mí). Normalmente me suele gustar que haya aventuras, tramas complejas, etc. pero al final lo que más valoro es que los personajes estén bien construidos y sean entrañables. En este caso pasa justo eso, y encima es que todos los otros elementos que los acompañan son insuperables. El eje de las tramas son los personajes, y todo lo demás es un acompañamiento en su misión y viaje, lo que hace que se recuerde lo buenas que son las historias pero sobre todo las personalidades que las viven. 

La ambientación es, sin duda alguna, el gran punto fuerte de El príncipe de los prodigios. Lo es hasta tal punto que el libro ha conseguido que necesite ir urgentemente a Italia y ver todo lo maravilloso que puede ofrecer (no es que odiara el país, pero no sé por qué antes me parecía un destino muy indiferente que no me llamaba para nada la atención). Tanto la arquitectura como la gastronomía son los dos pilares de la novela, y es que mientras Helena visita el país nos va narrando los sitios tan bonitos por los que pasa (como Pompeya, que me causa mucha curiosidad por su pasado histórico, o Roma) y las cosas que come (ahora mismo no recuerdo ningún plato en concreto, pero se me hacía la boca agua al leerlo, os lo prometo). Vamos, que es una auténtica delicia ser testigo de todo lo que Victoria nos tiene que contar sobre diferentes países en sus libros, y resulta todavía mejor cuando esos lugares no te son tan conocidos y puedes aprender mil cosas que no sabías sobre ellos. 

Relacionado con la ambientación está el tema de la documentación. Este aspecto hace que me dé cuenta del enorme trabajo que hay detrás de un libro como este y lo valore incluso más. En un principio puede parecer que el asunto no requiere una documentación exhaustiva, pero conforme empiezas a leer caes en la cuenta de que Victoria hace un esfuerzo titánico por documentar todos y cada uno de los datos que aparecen. Desde cosas muy básicas como, por ejemplo, costumbres, a más complejas como fechas o eventos históricos. Realmente no sé cómo es capaz de hacer que todas las piezas encajen, pero lo consigue y es gracias a la investigación tan profunda que ha llevado a cabo previamente. No puedo dejar de mencionar, por supuesto, que el Príncipe de los prodigios es el asunto sobre el que más se nota que se ha indagado, pues menuda forma de aprovechar al máximo una historia como esa (es la trama que más me ha mantenido pegada a las páginas de este libro). 

En lo que a los personajes respecta, no sé qué deciros que no sepáis ya. Helena es una de mis protagonistas femeninas favoritas, tanto por su personalidad tan marcada como por las ideas tan claras que tiene. Es una chica decidida, que puede hacer todo lo que se proponga y que, a pesar de su edad, es madura como nadie (aunque pueda tener actitudes infantiles a veces, lo que me encanta porque sirve de contraste con su comportamiento habitual). Su espíritu aventurero, su amor por la comida y su determinación son las cosas que más hacen que me haya encariñado hasta este punto con ella. Por otro lado, no quiero decir nada de Arshad porque se podría considerar spoiler después de ese impactante final del segundo libro, pero creo que en esta ocasión tiene un mejor desarrollo y he conseguido empatizar más con él. Por último, Lionel y Dora siguen siendo igual de increíbles que en el primero, a pesar de que sí que es cierto que en esta ocasión tienen actitudes cuestionables en alguna parte pero que me han convencido totalmente por aportarles una mayor profundidad. Lo que más me gusta de ellos es que no son blancos o negros, sino que muchas veces se mueven en una escala de grises que los hace más humanos. 

En fin, no sé qué más añadir de esta maravilla de libro. Solamente tenéis que quedaros con el hecho de que me lo leí en plenos exámenes y no por eso disminuí el ritmo de lectura ni mucho menos. El príncipe de los prodigios es adictivo, y no sé a qué estáis esperando si todavía no le habéis dado una oportunidad. Encima hace nada se reveló que el tercer libro de Helena Lennox ocurriría en Japón y yo no puedo con mi vida, porque lo necesito ya en mis manos. Decir solo que tengo mucho hype es quedarme corta 😉. 





PUNTUACIÓN:
Era previsible, pero bueno, ¿qué esperábais? Ha sido una de las mejores lecturas en lo que llevo de año.




CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA EL LIBRO:

Por la relación entre Helena y Arshad 👀




Y a vosotr@s, ¿os ha gustado tantísimo como a mí El príncipe de los prodigios? Contádmelo en los comentarios 💕

2 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Tengo pendiente esta autora, a ver si comienzo con Silverville que me está esperando en la estantería.
    Besitos :)

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    Respuestas
    1. ¡Hola! Ojalá le des una oportunidad pronto 😍 Jo, pues Silverville seguro que te encanta, y si encima ya lo tienes pues mejor que mejor. ¡Besos! 😘

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