martes, 5 de noviembre de 2019

RESEÑA: EL INCIENSO DE LOS ESPÍRITUS


El incienso de los espíritus


FICHA TÉCNICA
Título: El incienso de los espíritus
Fecha de publicación: octubre de 2019
Autora: Victoria Álvarez
Editorial: Nocturna
Páginas: 656
Precio: 18'50€ 

  


SINOPSIS
Cuando la primavera de 1924 llega a Nueva York, Helena Lennox y los suyos siguen intentando rehacer sus vidas tras lo acontecido en Nápoles... hasta que un encargo del Museo Británico les ofrece la posibilidad de cerrar heridas. 
En su mansión de Tokio, los Matsudaira los esperan para trasladar al museo parte de su colección artística. Lo que Helena aún no sabe es que la familia cuenta con unos poderosos enemigos: alguien los quiere muertos a toda costa y los Lennox se hallan peligrosamente cerca de su objetivo. 
Muy pronto descubrirán que la frontera que los separa del mundo de los muertos es más difusa de lo que se creían, y el legendario incienso de los espíritus, capaz de atraer a nuestra dimensión a quienes ya han partido, se convertirá en una obsesión tan tentadora como peligrosa. Al fin y al cabo, puede que no todos estén preparados para afrontar las despedidas. 





MI OPINIÓN
No puedo pasar página. Terminé El incienso de los espíritus hace ya más de una semana y no he sido capaz de empezar otro libro de lo mucho que lo he disfrutado. Nada más publicarlo Nocturna me lo compré, y no me arrepiento de haber pausado mi ritmo de lecturas ni de haber aparcado mis mil libros pendientes por hacerle hueco. Soy consciente de que tengo que intentar ser un poco más objetiva, pero con las historias de Victoria me es imposible, y ya os advierto de que esta reseña va a contener una alta dosis de fangirleo. 

El incienso de los espíritus es la tercera y última parte de la trilogía de Helena Lennox. En esta ocasión, la historia nos relata las aventuras de la familia Lennox tendrán lugar en Japón, donde no únicamente tendrán que hacer frente a las leyendas de espíritus y maldiciones, sino también a todo lo que pasó en Nápoles y los conflictos relacionados con el abandono de Dora. Antes, por supuesto, podremos presenciar cómo, para superar lo ocurrido en Italia, Helena, Arshad y Lionel van a Nueva York y se ven embutidos en problemas (como es habitual en ellos) incluso sin pretenderlo. Además, con el objetivo de olvidarse de Dora, Lionel comienza a beber como si no hubiera un mañana, y Helena tendrá que conseguir que recupere la esperanza mientras ella misma sufre también por ello. 

Me parece increíble que ya hayan pasado dos años desde la publicación del primer libro que me leí de la autora (La ciudad de las sombras), y es que lo que más me gusta de la experiencia es que esta tercera entrega mantiene el tono que la original tenía. Siguen estando más que presentes las aventuras y el toque cómico característico de la saga, solo que a mí (igual que en El príncipe de los prodigios) me da la sensación de que están mejor integrados en la historia principal y que hay un mayor equilibrio entre subtramas. Esto ayuda a que no haya ni una sola parte que se haga tediosa, y que si algún tema no te entusiasma (por el motivo que sea) eso no vaya a desesperarte, porque eres consciente de que en escasas páginas se va a estar narrando otro asunto. 

He hecho tantas reseñas de libros de Victoria que creo que me repito demasiado, pero no me voy a cansar de decir que es una genia de la ambientación. Siempre logra una atmósfera única en cada escena, tanto por los escenarios que construye como por la actitud de las personas presentes y lo que ocurre en ella. No hay dos momentos de la novela iguales, y puedes estar siendo testigo de un momento íntimo en un punto de la narración entre dos personas y al siguiente haber un enfrentamiento (no voy a decir de qué tipo 😉). Lo maravilloso de esto es que, seas el tipo de lectora que seas, vas a disfrutar de la lectura sí o sí, porque hay ocasiones para el drama, el romance, la acción... Ah, y no falta el elemento ya clásico en los libros de la autora: el sobrenatural. En esta ocasión sigue dando de qué hablar, dejándonos con el cuerpo inquieto y generando en nosotras unas dudas acerca de si será real o no y de quién podrá estar detrás de los sucesos. 

Si os soy completamente sincera, cuando se anunció que el lugar donde finalizaría la saga sería Japón no me entusiasmé demasiado. No es que pensara que fuera a ser una razón por la que pudiera bajar el nivel de los anteriores ni nada por el estilo, sino que nunca me he sentido realmente atraída por el lugar. Pues bueno, al igual que me pasó con Italia, me tengo que tragar mis palabras e ir ahora mismo a comprar billetes para Japón, porque El incienso de los espíritus me ha creado la imperiosa necesidad de ver por mí misma los sitios que visitan los Lennox y conocer la cultura asiática, que me resulta ahora más que fascinante. Los hechos se desarrollan entre kimonos, geishas y otros muchos más elementos característicos japoneses (no revelo más para no estropearos la sorpresa que es descubrirlo de primera mano) que, como siempre, están contados cuidadosamente y en detalle, como prueba de la exhaustiva tarea de investigación de Victoria (ojalá llegar algún día al nivel de trabajazo que se marca, por favor; es simplemente increíble).

Desde la perspectiva de Helena, y a través de capítulos de una longitud perfecta (suelen oscilar entre las 10 y las 20 páginas de extensión) se nos va contando todo, desde el inicio sosegado hasta el final frenético y nostálgico que nos va a sacar alguna que otra lágrima. Yo, por si queréis saberlo, lloré dos veces en total: una casi al final y otra en el epílogo; es más llevadero de lo que había leído, ya que me esperaba como mínimo deshidratarme (según las experiencias de otras personas era un "no parar de llorar" y ya me temía lo peor). Lo que me lleva a la prosa, un aspecto que puedo resumir diciendo que ha mejorado bastante, pese a parecer imposible, y que ahora alcanza un balance idílico, al igual que sucede con la integración del toque cómico y las aventuras en la historia como os he comentado antes. La autora nos presenta una narración renovada, igual de compleja y específica que antes, pero con menos intención de mejorar la historia y más de complementarla sin perder de vista que los protagonistas son los personajes y la ambientación. Se nota que el foco está en la construcción de un escenario, y cuando hay mayor intensidad dramática, la narración cede para dejar paso a las emociones, que son el pilar de la novela. 

Para terminar esta reseña me gustaría hablaros de los personajes, y es que son lo que me llevo de la saga. Al final no son las aventuras, ni tan siquiera los lugares, lo que más me han marcado, sino la familia Lennox. Porque sí, como creo haber dicho en otras entradas del blog, considero que los tres libros son de personajes al ser ellos los que dirigen el rumbo de la historia y también de nuestras sensaciones. Me parece fascinante conocer las emociones en profundidad de Helena, y saber cómo piensa, por qué lo hace así y qué es lo que la ha llevado hasta ese punto de su vida. Ella es, probablemente, una de mis protagonistas femeninas favoritas, pues es única, fuerte, valiente y también humana, uno de los factores que más me han conquistado desde el primer instante. No sabría describiros con precisión lo que siento, pero estoy súper agradecida de haber leído esta saga y de haber conectado hasta este punto con los personajes, de los que me llevo un recuerdo insuperable. Lionel es genial y similar a su hija en carácter. Es el padre que debería tener todo el mundo, siempre preocupado por el bienestar de sus seres queridos y dispuesto a todo por ellos. Aunque no sea exactamente un protagonista, para mí es como si lo fuera, y estoy ansiosa por leer Dreaming Spires para conocer más acerca de su pasado. Y Dora... la mujer más valiente de todas, con una personalidad arrolladora y una elegancia excepcional. A pesar de que se hace la dura es un trozo de pan, y tiene las entradas más épicas de la historia, que ya es decir. Por último, Arshad me ha ido conquistando poco a poco, porque al principio no era ni de lejos mi preferido, pero su infinita bondad me ha enamorado definitivamente. 

No lo he mencionado antes, pero las ilustraciones de Lehanan Aida son una ayuda inmensa para que nos imaginemos mejor los escenarios y para acompañar los momentos más emotivos o sorprendentes, además de un puntazo a favor de la edición tan preciosa que se ha marcado Nocturna. Me quiero empapelar la habitación con todas ellas, porque no hay una sola que vea innecesaria (¡incluso me hubiera gustado que hubiera más!), y el curro que hay detrás es brutal. 

P.D.: No sé si ha quedado claro, pero este libro va de cabeza a lo mejor que he leído este año y a lo mejor del universo; ha sido todo un placer vivir esta experiencia 💘. 




PUNTUACIÓN: 



CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA:




Creo que es la canción más adecuada para describir la relación entre Helena y sus padres, que es lo que más me ha gustado de toda la saga 😭




Y a vosotr@s, ¿os ha gustado tantísimo como a mí El incienso de los espíritus?, ¿habéis llorado? 👀 Contádmelo en los comentarios 💕

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