FICHA TÉCNICA
Título: Blanco de tigre
Fecha de
publicación: 2019
Autor: Andrés Guerrero
Editorial: SM
Páginas: 200
Precio: 11'95€
SINOPSIS
Aquí comienza el lugar prohibido donde reina el tigre blanco. Esta historia pasó hace muchos años. Tantos que hoy ya nadie habla de ella. Aquellos que aún la recuerdan aseguran que fue tan solo una leyenda de tantas que se fraguaron en lo más recóndito de la selva. Pero no lo es. Nunca lo fue. Un día, el azar quiso que el destino de mi hermana Duna se cruzara con el tigre blanco. Y juntos encontraron su lugar.
MI OPINIÓN
Cuando vi que se iba a publicar el Premio Angular de este año no dudé en pedirle un ejemplar a la editorial, ya que todos los libros ganadores de esta categoría suelen encantarme (no sé si os acordaréis, pero Biografía de un cuerpo fue el ganador de 2018 y lo disfruté muchísimo). Así pues, tengo que darle a SM las gracias por la confianza y la oportunidad que me han vuelto a dar. Sin embargo, he de adelantaros que Blanco de tigre me ha decepcionado bastante, y creo que, en parte, ha sido por las enormes expectativas que llevaba al haberme gustado tanto los anteriores libros que ganaron este premio.
La historia que se nos presenta es la de Duna, una chica muy joven que proviene de una familia de pescadores a la que prometen sus padres en matrimonio con un hombre. Puesto que no siente ni un ápice de amor por él, ni tampoco quiere casarse tan pronto, decide escapar (no es spoiler, tranquil@s, pasa en las primeras páginas). Desde bien pequeña, Duna es una chica valiente y decidida dispuesta a darlo todo por su familia. Una vez alejada de sus seres queridos, tendrá que enfrentarse a la soledad, a los peligros que acechan en la selva y a su propia conciencia. Además, la trama principal, pese a ser la de Duna, también está reforzada por la de su hermano y todo lo que pasó después de su partida.
Es cierto que el planteamiento, aunque no es original, me atraía bastante desde el principio. Creía que iba a ser un libro sobre la superación de la protagonista y que consistiría, básicamente, en un viaje de autodescubrimiento en el que su propósito fuera (desde un inicio) dar con el tigre blanco de la selva. Sí, es parcialmente eso lo que sucede en buena parte de Blanco de tigre, pero me ha decepcionado la manera en la que está estructurado el libro. En mi opinión, el mayor fallo de la historia es que no se le da ninguna relevancia a absolutamente nada, y eso hace que el lector no ubique un objetivo claro o una meta a la que se quiera llegar. Es simplemente un conjunto de anécdotas que se van sucediendo y que realmente no tienen una cohesión, sino que es más bien el día a día de los personajes. Este es uno de los motivos de que, en algunas ocasiones, la lectura me haya hecho incluso pesada, porque sentía que no avanzaba hacia ninguna dirección.
En cuanto a la manera de escribir del autor, es muy diferente a todo lo que haya leído hasta el momento. Vale, me ha resultado complicado engancharme por chocar en gran medida con el estilo narrativo que suelo leer, pero este elemento ha sido finalmente lo que más me ha gustado de la novela. Creo que muchas veces es favorable para un autor tener algo que lo diferencie del resto, y en esta ocasión pasa justo eso. Al no tener ningún referente con el que compararlo de manera inconsciente, al final me he acostumbrado al narrador tan particular que hay y hasta sé que lo echaré de menos en otros libros. Y es que no hay un narrador homogéneo y único aquí, sino que se mezclan varios e incluso hay diferencias (a veces se cuenta la historia en tercera persona y otras en primera). De verdad que en este sentido ha sido una experiencia literaria única que no me arrepiento de haber vivido.
Por otro lado, la mitología (por así llamarla) que aparece en la obra es una de las cosas más confusas, pues no se explica en ningún momento y parece como si se diera a entender que estamos acostumbrad@s a historias como esta, por lo que no sería necesario desarrollar nada. Pero sí que habría sido imprescindible; en vez de favorecer al ritmo de la novela y dar paso a otro tipo de contenido, la falta de explicación va en detrimento de su credibilidad. Obviamente no me refiero a que no nos creamos de verdad que todo lo que se cuenta existe o sucedió (eso no va a pasar), pero creo que se intenta hacer una especie de realismo mágico sin nada de éxito por el escaso fundamento. Probablemente habría sido más acertado desde un principio meter los elementos más "fantásticos" y no dejar avanzar tanto la historia, puesto que al final lo que sucede es que se nos saca de la veracidad de los hechos y no nos creemos absolutamente nada (o al menos eso me ha sucedido a mí). De hecho, el argumento del tigre blanco aparece por la mitad del libro, y parece como si lo anterior hubiera sido simple relleno hasta llegar ahí.
Ya que he mencionado el ritmo, os comento que también me ha parecido excesivamente lento para lo que se estaba contando. Hay mucho potencial en la historia pero, para mí, hay un error en la focalización, debido a que el narrador se centra demasiado en cosas banales para descuidar después los acontecimientos más relevantes. Por ello, el ritmo resulta demasiado pausado, hasta el punto de hacerse tediosa la lectura, y eso que el libro consta solamente de 200 páginas. Creo que el mayor inconveniente es que es como leer un cuento que se podría resumir en menos de 10 páginas; lo que pasa es que se ha tratado de llevar al formato de la novela para profundizar más en algunos aspectos, lo que no acaba de cuajar.
En lo que a los personajes respecta, si os soy sincera, me han parecido todos muy planos. En este caso no me ha molestado tanto como sí que me podría haber sucedido con otro género porque entiendo que en esta clase de historias no se suele aportar nada diferente a sus personalidades. Aunque sí se me ha quedado una espinita clavada porque me habría gustado una tridimensionalidad en el personaje de Duna, que por desgracia, me ha resultado de lo más arquetípico. Duna es una chica, como ya he mencionado antes, valiente, que se preocupa de su familia y curiosa. Pero, pese a ser la protagonista, no se va más allá de eso ni se indaga en algo que se salga de su carácter base. El resto de personajes no aportan casi nada a la trama, y son todavía más bidimensionales que ella, hasta el punto de que algunos son desaprovechados totalmente (se van y no vuelven a aparecer jamás) e incluso hay otros que carecen de nombre. Habría sido interesante saber más de todos ellos, pero por desgracia no ha sido posible.
Por último, el final es algo que sí me ha satisfecho. Bueno, mejor dicho, me ha satisfecho la parte final del libro, aunque no las últimas páginas. Que todo se fuera dirigiendo hacia un mismo sentido en la tercera parte me ha gustado más que nada, y también el hecho de que cada una de las tramas confluyera hasta resolverse todo en conjunto. Ah, y tengo que matizar que lo que no he disfrutado nada de las últimas páginas es que, con el pretexto de concluir el libro como si fuera una leyenda, hay cosas que se quedan en el aire, sin resolución, y que te dejan una sensación de impotencia tremenda.
PUNTUACIÓN:
CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA EL LIBRO:
La historia que se nos presenta es la de Duna, una chica muy joven que proviene de una familia de pescadores a la que prometen sus padres en matrimonio con un hombre. Puesto que no siente ni un ápice de amor por él, ni tampoco quiere casarse tan pronto, decide escapar (no es spoiler, tranquil@s, pasa en las primeras páginas). Desde bien pequeña, Duna es una chica valiente y decidida dispuesta a darlo todo por su familia. Una vez alejada de sus seres queridos, tendrá que enfrentarse a la soledad, a los peligros que acechan en la selva y a su propia conciencia. Además, la trama principal, pese a ser la de Duna, también está reforzada por la de su hermano y todo lo que pasó después de su partida.
Es cierto que el planteamiento, aunque no es original, me atraía bastante desde el principio. Creía que iba a ser un libro sobre la superación de la protagonista y que consistiría, básicamente, en un viaje de autodescubrimiento en el que su propósito fuera (desde un inicio) dar con el tigre blanco de la selva. Sí, es parcialmente eso lo que sucede en buena parte de Blanco de tigre, pero me ha decepcionado la manera en la que está estructurado el libro. En mi opinión, el mayor fallo de la historia es que no se le da ninguna relevancia a absolutamente nada, y eso hace que el lector no ubique un objetivo claro o una meta a la que se quiera llegar. Es simplemente un conjunto de anécdotas que se van sucediendo y que realmente no tienen una cohesión, sino que es más bien el día a día de los personajes. Este es uno de los motivos de que, en algunas ocasiones, la lectura me haya hecho incluso pesada, porque sentía que no avanzaba hacia ninguna dirección.
En cuanto a la manera de escribir del autor, es muy diferente a todo lo que haya leído hasta el momento. Vale, me ha resultado complicado engancharme por chocar en gran medida con el estilo narrativo que suelo leer, pero este elemento ha sido finalmente lo que más me ha gustado de la novela. Creo que muchas veces es favorable para un autor tener algo que lo diferencie del resto, y en esta ocasión pasa justo eso. Al no tener ningún referente con el que compararlo de manera inconsciente, al final me he acostumbrado al narrador tan particular que hay y hasta sé que lo echaré de menos en otros libros. Y es que no hay un narrador homogéneo y único aquí, sino que se mezclan varios e incluso hay diferencias (a veces se cuenta la historia en tercera persona y otras en primera). De verdad que en este sentido ha sido una experiencia literaria única que no me arrepiento de haber vivido.
Por otro lado, la mitología (por así llamarla) que aparece en la obra es una de las cosas más confusas, pues no se explica en ningún momento y parece como si se diera a entender que estamos acostumbrad@s a historias como esta, por lo que no sería necesario desarrollar nada. Pero sí que habría sido imprescindible; en vez de favorecer al ritmo de la novela y dar paso a otro tipo de contenido, la falta de explicación va en detrimento de su credibilidad. Obviamente no me refiero a que no nos creamos de verdad que todo lo que se cuenta existe o sucedió (eso no va a pasar), pero creo que se intenta hacer una especie de realismo mágico sin nada de éxito por el escaso fundamento. Probablemente habría sido más acertado desde un principio meter los elementos más "fantásticos" y no dejar avanzar tanto la historia, puesto que al final lo que sucede es que se nos saca de la veracidad de los hechos y no nos creemos absolutamente nada (o al menos eso me ha sucedido a mí). De hecho, el argumento del tigre blanco aparece por la mitad del libro, y parece como si lo anterior hubiera sido simple relleno hasta llegar ahí.
Ya que he mencionado el ritmo, os comento que también me ha parecido excesivamente lento para lo que se estaba contando. Hay mucho potencial en la historia pero, para mí, hay un error en la focalización, debido a que el narrador se centra demasiado en cosas banales para descuidar después los acontecimientos más relevantes. Por ello, el ritmo resulta demasiado pausado, hasta el punto de hacerse tediosa la lectura, y eso que el libro consta solamente de 200 páginas. Creo que el mayor inconveniente es que es como leer un cuento que se podría resumir en menos de 10 páginas; lo que pasa es que se ha tratado de llevar al formato de la novela para profundizar más en algunos aspectos, lo que no acaba de cuajar.
En lo que a los personajes respecta, si os soy sincera, me han parecido todos muy planos. En este caso no me ha molestado tanto como sí que me podría haber sucedido con otro género porque entiendo que en esta clase de historias no se suele aportar nada diferente a sus personalidades. Aunque sí se me ha quedado una espinita clavada porque me habría gustado una tridimensionalidad en el personaje de Duna, que por desgracia, me ha resultado de lo más arquetípico. Duna es una chica, como ya he mencionado antes, valiente, que se preocupa de su familia y curiosa. Pero, pese a ser la protagonista, no se va más allá de eso ni se indaga en algo que se salga de su carácter base. El resto de personajes no aportan casi nada a la trama, y son todavía más bidimensionales que ella, hasta el punto de que algunos son desaprovechados totalmente (se van y no vuelven a aparecer jamás) e incluso hay otros que carecen de nombre. Habría sido interesante saber más de todos ellos, pero por desgracia no ha sido posible.
Por último, el final es algo que sí me ha satisfecho. Bueno, mejor dicho, me ha satisfecho la parte final del libro, aunque no las últimas páginas. Que todo se fuera dirigiendo hacia un mismo sentido en la tercera parte me ha gustado más que nada, y también el hecho de que cada una de las tramas confluyera hasta resolverse todo en conjunto. Ah, y tengo que matizar que lo que no he disfrutado nada de las últimas páginas es que, con el pretexto de concluir el libro como si fuera una leyenda, hay cosas que se quedan en el aire, sin resolución, y que te dejan una sensación de impotencia tremenda.
PUNTUACIÓN:
CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA EL LIBRO:
No he podido evitar la comparación, jejeje.
Y vosotr@s, ¿habéis leído este libro?, ¿tenéis ganas de hacerlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario