RESEÑA: AUNQUE LLUEVA FUEGO

FICHA TÉCNICA

Título: Aunque llueva fuego

Fecha de publicación: 2018

Autora: Beatriz Esteban

Editorial: La Galera

Páginas: 552

Precio: 17'50€ 

  

SINOPSIS

Cuando Arielle llegó a casa de Chardin, con el cuerpo cargado de culpa y miedo, lo único que recibió fueron cuatro normas: 
No hables nunca de lo que te ocurre. 
No olvides respirar. 
No olvides lo que te hace sentir viva. 
Y por encima de todo: evita enamorarte. 
Pero quebró la primera norma, después de haber destrozado la cuarta, olvidado la segunda y aplazado la tercera. 

Francia, 1955. 
Arielle Larue nació en medio de la guerra y arrastra el caos allá donde va. Su abuela intenta convertirla en la esposa perfecta, pero nada de lo que le enseñe puede frenar el secreto que lleva dentro. Un secreto que acaba causando la peor de las destrucciones. Entonces Arielle es internada en Sainte Geneviève, para su protección y la de los que la rodean. Lo último que ella espera allí es una nueva familia; que empieza con Jem y sus palabras, con Nathan y sus chistes, con Claire y su miedo. Y que acaba con ella. Una familia que luchará por mantener cueste lo que cueste. Porque vale la pena luchar por aquello que te hace soñar con lo que siempre has temido vivir. 

MI OPINIÓN
Este libro me ha llamado la atención desde que lo descubrí por primera vez en una librería y me fascinó su portada. Si bien esta me parecía una maravilla, la sinopsis fue el factor definitivo que hizo que no pudiera dejar de pensar que tenía que hacerme con él. Cuando al fin lo conseguí, hace un mes y poco por reyes, no me creía que ya lo tuviera entre mis manos, pues todas las reseñas que había leído eran positivas y yo tenía un hype tremendo. Pero, para seros sincera, he de decir que decidí esperar un poco para no ir con las expectativas tan altas, y es por ello que lo empecé la semana pasada después de tanta espera. Bueno, pues visto y no visto, porque Aunque llueva fuego me ha durado cuatro días y sigo sin poder parar de pensar en él.

La historia de Arielle es un entramado de pasado y presente que se nos va contando en primera persona, pasando por todo lo que le ha sucedido para llegar al punto de desesperación y desesperanza en el que se encuentra al principio del libro. De su infancia en adelante se aborda el asunto de cómo Arielle ha tenido que hacer frente a muchos acontecimientos dramáticos que la han marcado de forma permanente. Que esté narrado en primera persona es algo que ayuda a que nos pongamos en su lugar y nos demos cuenta de que todo lo que le ha tocado vivir no es para nada fácil, enfatizando esa empatía del lector y creando una atmósfera de comprensión hacia la protagonista. La forma en la que se narra el libro y cómo se entremezclan la acción y los pensamientos de Arielle es realmente increíble. 

No me gustaría destriparos la trama del libro, por lo que esta vez os voy a hacer un muy breve resumen de la misma. Os aseguro que lo mejor es lanzarse a leer sabiendo únicamente rasgos generales, para que no os esperéis nada y así os sorprenda lo máximo posible (al menos es lo que hago yo siempre que me apetece ir descubriendo cosas conforme avanzo en la lectura). Arielle es una chica que tiene que lidiar con una parte de sí misma que no entiende y con su abuela, que lo único que hace es enseñarle a ser una "auténtica" mujer e inculcarle los modales que se esperan de ella. Al enterarse de que tiene que abandonar su casa para ir al Internado Sainte Geneviève, no estará dispuesta bajo ningún concepto a hacerlo, pero no es una opción. Yendo a regañadientes, se dará cuenta de que no todo es tan malo como esperaba y se encontrará a verdaderos amigos a los que llegará a considerar su nueva familia. 

Si hay un factor que ayuda mucho a poner en contexto el libro y a entender el porqué de las actitudes de ciertos personajes o las referencias a las costumbres de los mismos es la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que se nos cuenta de la infancia de Arielle empieza en el año 1945, y al ir creciendo, se relata, por ejemplo, cómo pasa hambre por la gran escasez de recursos (en especial de alimentos) que hubo en esa época de posguerra y cómo era la sociedad del momento. Ya que he mencionado el aspecto social de la novela, tengo que decir que me ha encantado que se sea muy fiel a la realidad, puesto que sería bastante surrealista y poco creíble que no se pusieran en manfiesto temas como el machismo o la presencia de la figura de la familia estricta con preocupaciones sobre las apariencias. 

De hecho, me ha gustado muchísimo cómo Beatriz Esteban refleja en Aunque llueva fuego, a través de la pasión de Arielle (la pintura), lo poco valoradas que estaban en el siglo pasado las carreras artísticas, consideradas una ruina. Es fantástico que aparezca esta crítica, porque sigue sucediendo hoy en día que aquellas personas que se dedican al campo artístico sean vistas como inferiores, porque... ¿qué es un artista frente a un médico, un abogado o un banquero? (es ironía, por supuesto). Y como este pequeño llamamiento a la igualdad de trabajos y pasiones con la que estoy tan de acuerdo, también aparece la crítica al machismo de la época. A través de Arielle se nos hace ver cómo pueden llegar a afectar estos comentarios e imposiciones a la mujer de que ha de relegar su vida al rol de ama de casa que se encargará próximamente a tiempo completo de sus hijos. Otra cuestión sumamente relevante que aborda Aunque llueva fuego es la de las tendencias suicidas o la depresión, con el objetivo de desestigmatizar las enfermedades mentales. No sabéis lo orgullosa que estoy de que estas cuestiones al fin hayan llegado al panorama juvenil y que se esté representando de forma correcta y honesta, sin irse al extremo ni dramatizar o tratar de endulzar absolutamente nada. No os preocupéis, porque no es spoiler; al principio del libro hay una nota de la autora que lo avisa. Al leerla yo empecé a pensar que a lo mejor había escenas muy fuertes (explícitas, me refiero), pero no. Son más bien acontecimientos dramáticos y espirales depresivas de pensamientos de la protagonista. Eso sí, si sois personas con alguna enfermedad mental como la depresión, tal vez os afecte más leerlas. 

Si hay algo que le tengo que agradecer a este libro es que gracias a él he descubierto a una autora que sé que va a estar entre mis preferidas por su enorme talento. Porque sí, Beatriz Esteban es una autora que con su prosa hace que no puedas dejar de leer. Su pluma es mágica, y muchas veces te hipnotiza simplemente con las pequeñas historias de las que se acuerdan los personajes a raíz de algo que han visto u oído. No es que haya una acción frenética, pero es que no es necesario. Con capítulos cortos e infinitas subtramas, el libro resulta una adicción real y hasta parece que dure poco. Además, al ser esta una novela de personajes, las constantes reflexiones y los recuerdos de Arielle son los que resultan tan adictivos y tan reales que no puedes permitirte a ti mism@ quedarte en ese capítulo y no leer uno más. Claro, que el problema es cuando llevas ya cinco capítulos diciendo que lo vas a dejar ya y que te tienes que dormir (ni afirmo ni desmiento que esto sea una experiencia personal). 

Respecto a los personajes, Arielle es única en todos los sentidos. Su habilidad especial y su depresión hacen que no sea una protagonista al uso, lo que resulta refrescante y original en un ámbito en el que es muy difícil sobresalir siendo diferente como lo es la literatura juvenil. Me parece sumamente importante que haya momentos en Aunque llueva fuego de desesperación, de no poder más y de rendirse. Porque sí, muchas veces lo hacemos, y cosas como esta son las que hacen que, pese a estar ambientada en el siglo pasado, esta novela sea tan actual y realista. Arielle quiere salirse de los moldes, dedicarse a lo que le gusta y estar con una persona a la que realmente quiera. Es soñadora y luchadora como nadie, y esos momentos de vulnerabilidad nos hacen ver lo humana que es y su complejidad. 

Claire tampoco quiere hacer lo que le digan, y el hecho de que su familia sea todavía más estricta hace que decida vivir la vida al máximo. Sin embargo, el camino que escoge no es el adecuado, y podemos observar su abrupto cambio en cuestión de poco tiempo. Yo había momentos en los que no la soportaba, pero es tal el grado de comprensión que se alcanza con ella que se acabó ganando mi corazón. 

En cuanto a Jem, es un chico sensible que ha sufrido cosas horribles y que nunca se viene abajo por ello. Sí que muestra lo mucho que le afecta, pero no llega a tirar la toalla en ningún momento y eso es admirable. Su pasión por la escritura es una de las cosas que más me han gustado de él, junto con su personalidad tan insólita. Ah, y la relación que tiene con Arielle es de lo más bonita 💘. 

Por último, Nathan es el típico chico "guay" que se lleva bien con todo el mundo y que triunfa allá por donde va. Pero él también tiene un trasfondo y sentimientos, aunque en un principio parezca que va a ser el más plano de todos. Nada más alejado de la realidad. Nathan es un trozo de pan, y su constante preocupación por sus amigos es lo que más me ha enamorado de él. 

Hay otros personajes como la abuela de Arielle o Chardin, pero como me veo incapaz de decir algo de ellos sin mostrar mis emociones, por lo que prefiero decir que son los mejores personajes secundarios que podría haber. Su tridimensionalidad y constante cambio me han cautivado. 

Para concluir la reseña, me gustaría decir que si todo lo que ya os he contado no os ha convencido de leer el libro aún (no sé a qué estáis tardando), los plot twists que hay al final son dignos motivos para ello. Yo al menos no me veía venir ciertos asuntos que me han dejado con la boca abierta, y han hecho que me dé cuenta de que todo estaba delante de mis narices durante toda la lectura. Sí, me irrita un poco no haberme percatado, pero esa sorpresa final hace que se me pase el enfado 😉.

PUNTUACIÓN:

Sin duda se ha convertido en uno de mis libros autoconclusivos favoritos 😍

CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA EL LIBRO:

¿Y vosotr@s, habéis leído Aunque llueva fuego?, ¿os ha gustado tantísimo como a mí? Contadme lo que pensáis sobre él en los comentarios 💗